¿Por qué no basta con explicar lo que haces?

Muchas marcas hablan cada día de lo que hacen. Describen sus productos, sus servicios y sus tareas. Pero comunicar no es describir actividades: es explicar por qué importa lo que haces.

Cuando solo cuentas qué haces, das información. Pero cuando explicas por qué tiene valor, generas impacto. Y el impacto es lo que hace que una audiencia recuerde tu mensaje, confíe en ti y te vea como referencia.

¿Qué pasa cuando solo explicas lo que haces?

Decir qué haces es fácil:
“Vendo”,
“Gestiono”,
“Creo”,
“Ofrezco”.

Pero cuando tu comunicación se queda en ese nivel, ocurre algo peligroso: tu marca se vuelve reemplazable. Hay mil personas que pueden decir lo mismo.

Los mensajes descriptivos informan, pero no emocionan, ni diferencian ni conectan.

Por qué explicar el por qué importa cambia toda tu comunicación…

La clave está aquí: las personas no conectan con la actividad, conectan con el impacto.

No es lo mismo decir:
“Creo contenidos para marcas,”
que decir:
“Transformo información en mensajes que las personas pueden recordar.”

O decir:
“Hago comunicación para empresas industriales,”
que decir:
“Ayudo a empresas industriales a explicar el valor real de lo que hacen, para que la sociedad también lo entienda.”

Un mensaje describe una acción. El otro describe un propósito. Y las marcas con propósito son las que permanecen.

¿Cómo pasar de “lo que haces” a “por qué importa lo que haces”?

Aquí tienes un ejercicio simple y práctico:

1. Escribe lo que haces en una frase

Lo más básico. Sin adornos.

2. Pregunta: “¿Y por qué importa esto?”

La respuesta te llevará al impacto real.

3. Pregunta otra vez: “¿Y por qué importa eso?”

Ahí aparece tu propósito comunicable.

4. Convierte la última respuesta en tu mensaje

Ese es el valor que tu marca aporta.

Ejemplos reales

Lo que haces:
“Hago consultoría de comunicación.”
Por qué importa:
“Porque ayudo a marcas a entender cómo comunicar mejor.”
Por qué importa eso:
“Porque cuando una marca se sabe explicar, crece, conecta y genera confianza.”

Mensaje final:
“Ayudo a marcas a comunicar de forma clara y estratégica para que conecten con la audiencia adecuada.”

Conclusión

Si tu comunicación no está conectando, quizá el problema no sea lo que dices… sino cómo lo cuentas.

Explicar lo que haces informa. Explicar por qué importa genera conexión. Y ahí es donde empieza una comunicación con propósito.

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